Los
enamorados eramos como dos remos de una misma embarcación,
igual que el puente y río, como la nieve y el frío, como el preso
y la cadena, igual torre y almena. Pero el tiempo destrozo nuestra
pasión, ahora estamos separados, tu en el cielo yo en la tierra sin
poder vernos los dos.
El
querer es como la zarza, no se arranca de un tirón. Por siempre se
lleva un trocito del corazón.
Cigarro
que se te apague no lo vuelvas a encender, y al hombre que ayas
querido no lo vuelvas a querer por muy bueno que aya sido.
Caballo
de cinco años que ve una yegua y no relincha es que no come
cebada o es que le aprieta la cincha.
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